Primero, sufrir; después, ganar y gozar

Boca se sobrepuso a todas las dificultades y a los increíbles fallos de la terna arbitral y ganó un partido que terminado el primer tiempo parecía imposible y respira más tranquilo de cara a la clasificación. Expulsado Monzón (injustamente), los goles fueron de Palermo -erró un penal-, Gracián, Palacio y Cardozo. Bizcayzacú dos veces y Moya los goles de Colo para completar el 4-3 final. El Xeneize caía 0-1 y se fue al vestuario 1-2 abajo.

Fue emotivo, vibrante, emocionante. Boca no tenía otra alternativa, era ganar o ganar y el partido presentó circunstancias muy adversas para los de Ischia que jugaron un verdadero partidazo y defendieron con total grandeza el prestigio que bien se ha ganando este club. La hinchada fue el jugador número 12 (hoy 11 porque el equipo se quedó con 10 pasados los 20 minutos) y empujó a los futbolistas en todo momento que se llevaron un triunfo que pudo ser mucho más abultado.

EL PRIMER TIEMPO
Boca de arranque marcó presencia. Mucha movilidad en ataque, muy buena coordinación entre Vargas, Gracián, Dátolo, Palacio y Palermo. Las subidas de Ibarra y Monzón también significaban chances claras para el Xeneize que llegaba por todos lados, aunque la principal arma eran los centros a la cabeza de Palermo.
De repente, a los 22 minutos roja increíble para el lateral izquierdo boquense. Fue falta, no se discute, era para amarilla, también, pero sacarle roja directa... ahí justamente empezaron los problemas del local.
A los 24 minutos, en un hueco por el lado del injusto expulsado, llegó el 0-1 de Bizcayzacú y había nerviosismo. En ese momento, la hinchada del campeón de América comenzó a gritar más fuerte que antes y enseguida, a los 27 fue penal a Palermo. Pero para condimentar esta noche de padecimiento, emotividad y goce final, Martín lo erró, lo tiró afuera.
Un ratito después, sobre los 29, la peleó en el área luego de que le atajen otro remate y la metió de cabeza, consiguiendo así el tanto de la igualdad.
Pero claro, los fallos del arbitraje siguieron siendo groseros y gracias a otro pudo el Cacique irse en ventaja al descanso. Sanhueza la tocó ante la salida de Caranta, a quien la pelota le pasó por arriba cuando quiso sacarla, y Bizcayzacú en una clarísima posición adelantada encontró el tanto que le daba el triunfo a los chilenos.

EL COMPLEMENTO
Boca siguió siendo superior, el hombre de más se notaba cuando a Colo Colo le salí algún contraataque, que en el segundo tiempo fue en pocas oportunidades. Un pase de Vargas para Gracián a los 4 minutos, permitió al ex Vélez definir abajo, contra el palo derecho del arquero Muñoz y encontrar de esta forma un gol que ponía algo de justicia en el marcador.
Los ataques Xeneizes continuaron, iba, iba, iba, Palacio era la principal opción de ataque y el equipo argentino desperdiciaba chance tras chance de convertir. Poco inquietaban las contras de la visita ya que en esta etapa complementaria no las lograron llevar a cabo con tanto peligro.
A los 20 fue justamente el bahiense quien quedase mano a mano ante Muñoz, lo gambeteó y puso el 3-2 muy gritado por todos, un desahogo para cada integrante del plantel, el cuerpo técnico y que hablar de los hinchas.
Desde entonces fue sufrir ante cada ataque del rival para poder consumar la victoria. Y en ese aguantar pero no dejando de atacar, aunque con menos intensidad, claro está, llegó el 4º, cerca del final, para rematar un triunfo merecido, Cardozo hizo un muy lindo gol para liquidar el pleito.
De poco le sirvió a los trasandinos el gol de Moya a un minuto del final.

RESUMIENDO
El dueño de casa fue más, mereció más, le hizo precio. Pero lo que le importa a Boca es que lidera el grupo 3 junto a Atlas, su próximo rival en México, aunque los dirigidos por Miguel Brindissi tienen mejor diferencia de goles.

PARA DESTACAR
Los rendimientos de: Vargas, Dátolo, Gracián y ni hablar de Palacio. El sacrificio de Palermo y la vuelta, en un buen nivel, de Hugo Ibarra.

Martín y un grito desesperado. Hizo el 1-1 un minuto después de errar un penal.


El Tano y su desahogo en el 2-2.


Como siempre, la gente fue fundamental en la levantada del equipo.