lunes, 4 de febrero de 2008

Análisis del verano

Me parece preciso hacer un análisis de lo que fue este verano 2008 para Boca, con ciertos aspectos para elogiar y criticar de lo que hemos visto del equipo de Ischia.

En el primer partido, contra Independiente, jugaron suplentes. El primer tiempo fue bastante bueno ante un equipo que ponía lo mejor que tenía. Mucha dinámica y velocidad, especialmente en Gracián y Dátolo. Boca se encontró en desventaja inmerecida, pero pronto logró empatarlo gracias a Boselli y persistió el dominio hasta el fin de esa etapa. Todo cambió en la parte final, se notó que no era lo mejor que tenía el Xeneize en este partido y además la falta de ritmo, por lo cual los titulares del conjunto de Avellaneda fueron superiores, aunque ganaron gracias a un juvenil, Patricio Rodríguez. Hubo falencias defensivas, como por ejemplo en las pelotas aereas, y no se aprovecharon algunas chances claras de gol. Fue el día donde Fabián Monzón comenzó a mostrar sus muy buenas cualidadades.

Llegó el partido ante San Lorenzo y de vuelta al rodaje los titulares, Román, Palermo, Palacio, Paletta y demás. No fue un buen partido de Boca, no jugó bien pero se notaron algunas cosas interesantes, fue el partido donde más costó a los dirigidos por Ischia generar chances de gol y también se sufrieron una vez más algunos envíos altos. Fue 1-1 con un golazo de Morel Rodríguez de tiro libre. Aquel día se lesionó Ibarra.

Contra Racing se volvió a sufrir la falta de gol, el partido acabó 0-0 pero el conjunto azul y oro pudo haber sacado una cómoda ventaja, nuevamente jugando con suplentes. Volvió a jugar bien Gracián, no tan bueno fue lo de Dátolo, aunque se mostró mejor que el año anterior. En síntesis fue parecido al primer tiempo con Independiente, sólo que con el dominio más marcado durante todo el encuentro.

Y el 2-0 ante River fue, sin duda, el mejor partido del verano, sólo comparable con el de ayer, pese a la derrota. Boca se hizo amo y señor del balón, llegando mucho, generando muchas chances. Se fue al descanso 1-0 arriba y sin sobresaltos, la diferencia pudo ser mayor, sólo en los primeros minutos River atacó un poco más, luego siempre de Boca. En el arranque del segundo tiempo, de vuelta al dominio de los de Simeone un corto lapso de cinco minutos, no más, y de vuelta al dominio Xeneize. Generó muchas chances el equipo de la Ribera, los tiros libres de la figura, Riquelme, complicaban mucho. Tal es así que luego de un tiro libre Palermo, en lo que fue un gol polémico porque se colgó del travesaño, estampó el 2-0 para poner cifras definitivas. La lástima fue que se pudo haber convertido en goleada, pero adivinen qué pasó...problemas en la finalización de la jugada. De todas formas se ganó y se cortó la racha de siete encuentros sin victorias en clásicos.

Luego ayer se vio el mejor Boca durante 30 minutos. Aprovechando todos los espacios, sin dejar venir al rival, teniendo la pelota, entrando por el medio, pero especialmente por el costado izquierdo, explotando a un Palacio encendido, pero perdiéndose goles. De todas formas el 1-0 llegó por intermedio de Paletta, pero en el mejor momento boquense, River dio vuelta la historia, se puso 2-1 y Boca sintió el golpe anímico. No sabía la defensa como parar a Alexis Sánchez y encima el árbtitro inventa un penal para River, contra el chileno, deja a Boca con 10 por doble amarilla a Alvaro y 3-1. Encima se había comido un penal para el campeón de América unos minutos antes... Cuando Boca en el balance podría estar uno o dos goles arriba tranquilamente. En el segundo tiempo, cuando parecía que ellos tenían todo cocinado, el Xeneize, con más corazón y garra que fútbol, los llevó contra su área, consiguió un penal (porqué no decir que éste fue dudoso), se quedan con 10 por la expulsión de Ferrari y Martín clava el 2-3. Se podía soñar. Después se empezó a notar algo de cansancio pero a base de huevo, algo desaparecido en la era Russo y que retorna con Ischia, pudo contrarrestar algunos contraataques de River y ser el dominador, con un dominio que no pudo marcar en el resultado pero que mostraba a las claras la diferencia futbolística entre un equipo y otro. La desesperación gallina hizo que se queden con ocho cerca del final, Boca igual con sus problemas para concretar las chances no pudo y se quedó con manos vacías.

El balance es positivo. Se jugó bien cuando jugaron los titulares, el equipo va encontrando su ritmo. Por su puesto que hay cosas que mejorar pero no es difícil esperanzarse viendo el juego del equipo, este Boca contagia, invita a soñar y nosotros aceptamos la invitación porque queremos seguir ganando títulos. Hubo muchos desconfiaron/desconfiamos de Ischia en un primer momento, pero ahora su mano se nota y el rendimiento de ayer muestra que ya no somos un equipo Riquelme-dependiente, se formó un equipo más compacto. Igualmente no se puede dejar de remarcar que, no sólo este DT sino también Russo, tuvieron un error al formar el plantel: no hay laterales derechos. Está Ibarra, pero ahora se lesionó, hay que improvisar con Maidana, éste se va con la Selección y Alvaro González, que puede jugar como lateral pero es mediocampista, ese es un error en la forma de conformar el plantel que puede costar caro. Por el lado positivo también podemos agregar las apariciones de algunos juveniles muy interesantes como Monzón y Chávez.

Este es el Boca de Ischia, el que dentro de una semana visita a Central con toda la esperanza de seguir siendo cada día más grande.

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